La plataforma Salvemos nuestra tierra se presentaba ayer ante los medios de comunicación para exponer su argumentario y dejar patente que nacen con el objetivo de evitar la instalación de una macro-granja de cerdos en la Cañada del Judío.

En 10 días el respaldo social ha crecido de manera exponecial

Lo que empezó hace apenas 10 días como un movimiento entre vecinos, al tener noticias de movimientos en una finca de la Cañada del Judío con la intención de la instalación de una macro granja para la cría de ganado porcino, ya se ha convertido en una plataforma que cuenta con el respaldo de más de 700 personas.

Una instalación de este tipo sería la entrada en Jumilla de la industria ganadera intensiva

Entidades locales del ámbito enoturístico, agrícola, medioambiental, social, deportivo o empresarial se han unido con un mismo objetivo: “no queremos la instalación de la macro-granja y que esto sea la puerta de entrada a Jumilla de la industria ganadera intensiva”, decía Miguel Trigueros, uno de las portavoces de la plataforma, que matizaba, “queremos dejar claro que somos una plataforma apolítica. Vamos a trabajar con los políticos porque son ellos los que tienen las herramientas y mecanismos para parar esto, pero no vamos de la mano de nadie”.

Catalina González y Miguel Trigueros durante la presentación

Catalina González y Miguel Trigueros

Defensa de la economía y modo de vida local

Durante la presentación la plataforma expuso su argumentario:

Preservación de los recursos naturales: el suelo, el agua, la atmósfera y la biodiversidad.

“Este tipo de instalaciones esquilman los recursos de la zona y los contaminan. Debemos proteger nuestros acuíferos”.

Apuesta por el sector económico establecido frente a un sector que viene de fuera.

“Aquí tenemos una agricultura sostenible que queremos mantener”.

Calidad de vida y de trabajo.

“Tenemos el ejemplo de La Celia donde es muy complicado encontrar mano de obra que quiera ir a trabajar”.

Problemas para la salud humana.

“Estas instalaciones emiten partículas de amoniaco a la atmósfera. Tenemos el ejemplo de Huercal-Overa donde se han asentado estas granjas desde hace 15 años y la práctica totalidad de los niños van con Ventolín”.

Piensa global, actúa local

En cuanto a la filosofía de la plataforma, Catalina González explicaba que “no decimos que no queremos cerdos, pero su modelo productivo debe cambiar porque es muy agresivo. Se trata de una actividad que no fija a la población por lo que ni en mi pueblo ni el tuyo”.

Apuesta por la ganadería tradicional de la zona

En este sentido Trigueros matizó la defensa de la plataforma por la ganadería tradicional de Jumilla, con un peso muy importante del sector caprino.

La plataforma también informó de la reunión que tuvieron esta semana con la alcaldesa y el concejal de Medio Ambiente, de la que salieron satisfechos porque vieron una actitud receptiva por parte de la administración local, que ya está estudiando las maneras y herramientas legales para impedir que la macro-granja se instale. “Para que el pueblo se quede tranquilo: llegamos a tiempo, no es tarde ya que el proyecto de la Cañada del Judío no está sobre ninguna mesa de manera firme y la ley nos arropa”, decía González.

Por último el movimiento afirmaba que van a usar todo lo que esté a su alcance, entre otras herramientas la redes sociales para decirle a El Pozo que “Jumilla no quiere ser un pueblo porcino”.