Óscar Puente, ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, presidía ayer la puesta en servicio del último tramo de la autovía A-33 entre Yecla y Caudete, con una inversión de 122 millones de euros, incluyendo la elaboración de proyectos, control y vigilancia de las obras y expropiaciones. Al acto de inauguración ha asistido el presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, ademas de numerosas autoridades y cargos políticos.
Con la apertura de este tramo, de 16 kilómetros de longitud, se culmina la autovía que supone una alternativa de mejor calidad y menor distancia para el transporte entre Valencia y Murcia que la existente por el corredor de la A-7 en la provincia de Alicante, permitiendo reducir los tiempos de viaje y las emisiones. El Ministerio ha invertido 510 millones de euros en la construcción de la A-33, de unos 90 km.
Una actuación que, según el ministro, confirma el compromiso del Gobierno de la nación con el desarrollo de la movilidad y las infraestructuras en la Región de Murcia, donde se han invertido cerca de 1.500 millones de euros en infraestructuras dese junio de 2018, unos 750.000 euros diarios, y se han licitado actuaciones por 2.600 millones de euros. “Un balance de gestión sobresaliente y en el que me comprometo a seguir trabajando”, concluía Óscar Puente.
Respecto a la puesta en servicio del último tramo de la A-33, el ministro ha defendido la importancia de las infraestructuras para vertebrar el país y potenciar la cohesión social y territorial. “Construimos país con carreteras más seguras y construimos futuro abriendo oportunidades para sus vecinos y empresas cuando acortamos los tiempos de viaje entre Murcia y la Comunidad Valenciana”, ha afirmado el responsable del Ministerio de Transportes. No en vano, la nueva infraestructura permitirá reducir en 42 km la longitud del recorrido entre Murcia y Valencia, permitiendo un ahorro de 25 minutos en el tiempo de viaje.
La autovía A-33 conecta tres corredores de gran importancia entre el centro y el Levante peninsular: La A-31 Albacete–Alicante, la A-30 Albacete–Murcia–Cartagena y la A-35 Almansa–Xàtiva que, a través de la A-7, conduce a Valencia.
Además, permite encauzar los tráficos de largo recorrido que hoy circulan más cercanos a la costa y proporciona una nueva alternativa para viajar entre Murcia y Valencia, sin pasar por Alicante. “La A-33 es un claro ejemplo de que la razón de ser de las infraestructuras es tener un impacto global que trasciende el sitio dónde las construimos”, aseveraba Óscar Puente.
En su intervención, el ministro hacía hincapié en que este tramo es símbolo de sostenibilidad ya que, por primera vez en España, se ha construido un pavimento de hormigón armado ejecutado en dos capas con el sistema fresco sobre fresco, “que nos ha permitido usar hormigones diferentes en cada una de las capas, realizando así un consumo más eficiente y respetuoso de los recursos naturales. Un sistema que, además, requiere menos actuaciones de conservación al ser mucho más durable y, por tanto, más sostenible”.
Porque, insistía, “la sostenibilidad de nuestras carreteras depende de cómo las construimos y de cómo las usamos”. Y esta autovía, con una intensidad media diaria de 15.000 vehículos, tendrá un 40% de tráfico pesado.
Por su parte el presidente del Gobierno regional, Fernando López Miras, destacaba que esta infraestructura era “una vieja aspiración” de la Región de Murcia, y que ha sido “largamente esperada”. Esta vía supone un nuevo corredor entre la Región de Murcia y la Comunidad Valenciana por el interior, algo que López Miras consideró “muy importante”, porque se agilizan las comunicaciones tanto con esa autonomía como con Castilla-La Mancha.
Así, agregaba que, “hoy estamos más cerca de regiones vecinas y hermanas, y estamos abriendo una puerta al desarrollo de miles de hombres y mujeres”.
Esta autovía permitirá, además, que varios municipios “vean más cerca cómo pueden avanzar sus empresas y crear más empleos por el aparentemente sencillo método de llegar antes a nuevos lugares, a nuevos mercados, a poder afrontar más y mejores retos y objetivos”, señaló López Miras. En esta línea, recordó que “sin infraestructuras y sin conexiones hay aislamiento, y de esta forma difícilmente se puede prosperar”.
Precisamente por la relevancia de las infraestructuras para el desarrollo de la Región de Murcia, el presidente trasladaba a Óscar Puente su confianza en que la culminación de la A-33 “sea el primer paso en el desbloqueo de otras tantas infraestructuras que llevamos esperando demasiado tiempo y que esperamos ver también pronto como una realidad”.
Características del nuevo tramo de la A-33 Yecla-Caudete
La autovía A-33 supone una alternativa destacada para los viajes entre Murcia y Valencia por el interior, ya que la longitud del recorrido entre Murcia y Valencia es de aproximadamente 217 km, frente a los 259 km del recorrido actual por la costa.
El tramo que discurre entre Yecla (enlace con RM-424) y Caudete (enlace con A-31), se ha dividido a su vez en dos subtramos:
▪ Enlace con RM-424 (Yecla)–Enlace con N-344 (Caudete), al que corresponde la presente actuación.
▪ Enlace con N-344 (Caudete)-Enlace con A-31, puesta en servicio el 27/10/2021 .
Con la finalización de la A-33 unido al futuro Arco Noroeste de Murcia, se produciría un trasvase de tráfico del corredor Mediterráneo de la A-7/AP-7/A-31 hacia la A-33 en los tráficos con origen/destino Valencia y Andalucía, que ya no tendrían que pasar por la zona metropolitana formada por el entorno de las ciudades de Alicante y Murcia, reduciéndose su congestión y mejorando así la seguridad vial.
Se trata de una autovía de 120 km/h de velocidad de proyecto, con 2 calzadas, 2 carriles de 3,5 m por calzada, arcén derecho de 2,5 m, arcén izquierdo de 1 m, berma exterior de 1 m y mediana de 10 m. En el tramo se proyectan dos enlaces para conectar con las carreteras autonómicas RM-424 y RM-425.
El proyecto incluye 21 estructuras, que se distribuyen en 4 viaductos, 6 pasos superiores (uno de ellos paso de fauna) y 11 pasos inferiores.
Como novedad técnica el proyecto incluye la construcción de un firme rígido de hormigón armado continuo, en lugar del tradicional firme con mezclas bituminosas. Se trata de un pavimento ejecutado en dos capas: la primera de 19 cm de hormigón HF-4,5 y la segunda de 5 cm de hormigón HF-5,0 para formar la capa de rodadura con árido de alta resistencia al pulimento. Las dos capas anteriores se apoyarían en una capa de 15 cm de hormigón magro.
El proyecto requiere la ejecución de caminos de servicio que garanticen la accesibilidad, permeabilidad del territorio y la continuidad de las redes de caminos agrícolas y vecinales.