Otro año más, se reunían ayer miércoles un grupo de jumillanos y jumillanas para celebrar la procesión a San Roque, un compromiso adquirido por la Villa de Jumilla en 1592.

Origen en los siglos XV y XVI a consecuencia de la peste

La historia de esta procesión se remonta a los siglos XV y XVI, cuando a Jumilla también le afectó la peste. Sus habitantes incapaces de encontrar remedios caseros, acudieron como casi toda Europa, a pedir auxilio a San Roque.

Que esta procesión sea votiva se debe a que a principios del siglo XVI, la Villa de Jumilla decide votar no comer carne nunca más los miércoles de cada semana, como medida para remediar el problema de la peste. Con el paso del tiempo se fue relajando este cumplimiento del voto y eran muchos los que se olvidaban que no se podía comer carne los miércoles. El Clero y el concejo de la villa acudieron al Obispo diocesano para que les conmutara por otra obra de piedad, que bajo la misma, obligación pudiera ser mejor correspondida por el conjunto de los vecinos. Por lo tanto el Prelado D. Sancho Dávila accedió a la petición. Su decisión sobre esta cuestión dio origen a este procesión, unas de las más típicas tradiciones religiosas de Jumilla.

El orden en la procesión no ha cambiado desde sus inicios

El orden de la procesión se determina por la presencia y abriendo la misma, del Pendón Parroquial (bandera), seguido de solo los hombres en doble fila. Detrás viene el santo en sus andas portado por cuatro asistentes. Le siguen el sacerdote, y detrás las mujeres, también en doble fila. Cierra el crucifijo de la Buena Muerte. Se reza el rosario, y se canta la letanía de los santos.

El recorrido: Santiago puerta sur, calles de Santiago, Plaza Arriba (San José), Rodenas, San Roque, Plaza Constitución (Abajo), Cánovas (Feria y Convento), Albano Martínez (Lerma), Canalejas (Loreto), Callejón Aurora (a San José), Rodenas, Plaza Arriba, Santiago y entra por la misma puerta Sur de la Iglesia. Al término se celebra la santa misa.

Información facilitada por D. Antonio Verdú.