Ayer quedo inaugurada en el Museo de Etnografía y Ciencias, una exposición muy esperada, se trata de un compendio de fotografías de Marimar, más de 40 instantáneas y una muestra de las cámaras que Miguel Martínez García utilizó para realizaras, “esta exposición nos cuenta la vida popular de la Jumilla de la segunda mitad del siglo XX”, apunta Pilar Martínez, concejala de Cultura.

La exposición se podrá visitar hasta el próximo 1 de agosto en el horario de apertura del museo (de 10 a 14 horas y de 17 a 20 horas de martes a sábado y los domingos de 11 a 14 horas).

Miguel Martínez García nace en el Rollo en 1927 y siente una temprana pasión por el mundo de la fotografía que convertirá con tan solo 20 años en su profesión hasta el año 93. Fotografía los eventos principales y más felices en la vida cotidiana de sus coetáneos y deja estampas inolvidables con su buen hacer y su profesionalidad para el recuerdo de aquella Jumilla que se ha ido borrando con el paso del tiempo. Con sus fotos enamorará también al amor de su vida, Angelina Díaz. Muy buen fotógrafo e imprescindible en la segunda mitad del siglo XX, será recordado por su pseudónimo artístico con el que firma toda su obra, Marimar.

Andrés Martínez Díaz, hijo de Marimar

Andrés Martínez Díaz, hijo de Marimar

La inauguración contó con una conferencia de Andrés Martínez Díaz, hijo del fotógrafo y Jefe del Servicio de Cultura del Ayuntamiento de Jumilla, en la que desveló, entre otras cosas, el laborioso y artístico trabajo del fotógrafo en esa época, “en estos tiempos en los que hacemos y borramos 20 fotos en un minuto, parece difícil entender una labor artesanal donde el fallo costaba dinero, hasta el punto de que una foto de estudio o de calle nunca se sabía como había quedado hasta revelarla. Aunque Marimar tenía un especial sentido para adivinar cuando alguien había hecho algún gesto extraño o había cerrado los ojos, cualquier cosa que pudiera estropear la foto cuyo resultado no podía apreciarse hasta que el artesano de imágenes se encerraba en su laboratorio”. Andrés Martínez quiso poner broche a su conferencia con unas palabras dedicadas a su padre, pero que por la emoción, no pudo pronunciar, en su lugar lo hizo su hermana, Ana María Martínez Díaz: “El silencio no nos impide oír tu voz, el sueño nos permite hablar contigo, tu ejemplo nos llena de orgullo y tu amor nos mantiene siempre unidos”.

La clausura del acto corrió a cargo de la alcaldesa de Jumilla, Juana Guardiola, que emocionada puso en valor el legado de Marimar, con su característica firma en todas sus fotografías y que ya forma parte de nuestra memoria colectiva, “auténticas joyas y auténticas obras de arte”.