El párroco de la Iglesia Mayor de Santiago, Manuel de la Rosa, nos ha informado sobre la evolución de los trabajos de restauración del órgano de la Parroquia, que se está llevando a cabo en el taller de organería de Frédéric Desmottes en Cuenca, “los trabajos continúan a buen ritmo a pesar de las dificultades”.

Manuel de la Rosa, Párroco de la Parroquia Mayor de Santiago

Manuel de la Rosa, Párroco de la Parroquia Mayor de Santiago

El órgano de la Iglesia Mayor de Santiago es una pieza excepcional, cúspide de la organería ibérica de finales del siglo XVIII y principios del XIX, muy grande, muy completo y de una arquitectura muy bonita, es fábrica de Juan Antonio Gil, que fuera aprendiz de Fernando Molero, el constructor de los dos órganos de la Catedral de Murcia, quién a su vez fue aprendiz del maestro organero Julián de la Orden que dejó como legado el órgano de la catedral de Cuenca.

Los trabajos en este magnífico instrumento comenzaron en febrero de 2020 con la restauración de los fuelles, que son los pulmones del órgano, luego los tubos de madera, para continuar con el estudio de toda la parte mecánica y los secretos que son las piezas que llevan el aire de los fuelles hasta los tubos, ahora están con los tubos metálicos, que son muchos, unos dos mil doscientos, “actualmente son cinco personas trabajando y se espera que este otoño se comience con el montaje en la iglesia para que pueda empezar a sonar al menos al 15 o 20% de su capacidad”, asegura Manuel de la Rosa.

La restauración está siendo totalmente artesanal, con los mismos procedimientos, maderas y pieles de badana que se utilizaron hace más de doscientos años, incluso la misma aleación para la construcción de los tubos de metal desaparecidos, gracias a la aparición de dos tubos de los que se ha obtenido su composición metálica.