Para muchos jumillanos el domingo de la Romería viene señalado en el calendario, por eso muchos han sido los que bien temprano, ayer domingo, acudían fieles a la iglesia de Santiago para participar en la Misa de despedida al Cristo Amarrado.

 

La multitud acompaña al Cristo monte arriba

La multitud acompaña al Cristo monte arriba

Una Semana Santa pasada por agua, como bien recordamos todos, la emblemática imagen no pudo salir a la calle en ninguna de las dos procesiones en las que participa, ya que se suspendieron ante el parte meteorológico que anunciaba catastróficas lluvias. Pero sí ha cumplido con el resto de citas: traslados procesionales, ofrenda de flores, sin olvidar que allí en Santiago ha estado para que pudieran visitarle, al margen de las ofrendas religiosas que ha tenido durante estas semanas.

Pero el lugar del Cristo es Santa Ana y lo celebramos saliendo en romería para acompañarle a su casa donde le dejamos con total tranquilidad porque los frailes velan por el.

Hacemos al Cristo nuestro y así lo tratamos, con total familiaridad.

Y cumpliendo con la tradición que se remonta al año 1.848, cientos de personas madrugaban para acudir a la Misa de despedida en Santiago que fue oficiada por el sacerdote Manuel Larrosa González y que contó con la asistencia de la alcaldesa de Jumilla, Juana Guardiola Verdú.

Al Cristo le despiden con pétalos de rosa

Al Cristo le despiden con pétalos de rosa

Tras la celebración de la eucaristía, salieron del templo los romeros portando en andas la imagen camino de San Agustín. Ha de ser especial esta mañana de Romería, pues al paso del Cristo por las calles de Jumilla llueven pétalos del cielo y huele a monte.

Otro año más, miles de romeros esperaban a la Imagen a las puertas de la ermita de San Agustín, allí el párroco de Santiago Manuel Larrosa, le dedicaba unas palabras de despedida y como en arrebato y con prisa los fieles del Cristo agarran la imagen para tirar monte arriba con ella, verdadera multitud la que acompaña al Amarrado en Romería hasta el convento de Santa Ana, en una estupenda mañana, con la temperatura justa y el cielo amable y sin amenazas.

Una vez en el Monasterio de Santa Ana era recibido por los padres franciscanos, con una Misa oficiada en el atrio del Convento, a la sombra del asombroso árbol que reina en su centro.

El padre Oliver celebra el 50 aniversario de su ordenación

El padre Oliver celebra el 50 aniversario de su ordenación

El Padre Guardián del Convento, Francisco Oliver Halcón, celebra este año el 50 aniversario de su ordenación y así lo ha querido compartir con el pueblo de Jumilla: “Me ha parecido muy oportuno hacer memoria de este acontecimiento, ante la imagen del Cristo Amarrado, de la Abuela Santa Ana y de toda esta iglesia-santuario que me vio nacer como franciscano. Así estamos en familia junto a mis frailes, mi familia llegada de Sevilla y con mi pueblo de Jumilla que en familia devota se reúne en este atrio del convento de santa Ana para honrar a Aquel de quien procede todo el bien”.