La festividad de Todos los Santos se ha celebrado cumpliendo con todas las normas de seguridad implementadas en el Cementerio Municipal, para prevenir posibles contagios de coronavirus entre los visitantes a la instalación.
El campo santo ha estado dividido en tres sectores de ocupación, con entrada y salida independiente en cada uno de ellos, con aforo máximo de 150 (sector 1), 100 (sector 2) y 200 personas (sector 3) respectivamente. El aforo ha sido controlado en todo momento, por voluntarios de Protección Civil y conserjes municipales, que han sido los encargados de conceder el acceso a las instalaciones.
“En ningún momento, durante el fin de semana, se ha superado el aforo permitido ni se han generado colas esperando acceder a la instalación”, asegura Francisco González, concejal de Cementerio. En todas las entradas había dispensadores de gel hidroalcohólico a disposición del público.
A las 22:00 horas se cerraba el Cementerio por primera vez en una Noche de Difuntos, pero ha quedado encendida la tradicional iluminación en nichos y panteones como homenaje a los fallecidos.
La Misa por los Fieles Difuntos que tradicionalmente se hubiese celebrado esta tarde en el Cementerio, se está ofreciendo en distintos horarios en todas las parroquias de nuestra ciudad.
En general la festividad de Todos los Santos ha transcurrido con total tranquilidad y concienciación con la situación de pandemia que estamos viviendo.
Contenedor ardiendo en la calle Cánovas
Con respecto a las celebraciones de Halloween, no podemos decir lo mismo, como ha pasado en otras ciudades, en la nuestra, un pequeño número de jóvenes aprovecharon la ocasión para hacer salvajadas. Algunos se saltaron el toque de queda protagonizando distintos altercados como el ocurrido en la calle Amargura: pasadas las doce de la noche lanzaron calle abajo el contenedor hasta llegar al Jardín de las Ranas. En otros lugares del municipio los contenedores de basuras fueron quemados como el que podemos ver junto a la puerta del Teatro Vico.
