Uno de los actos más desconocidos previos a la Semana Santa de Jumilla es el traslado que se hace en el Convento de Santa Ana el primer viernes de Cuarsma desde hace ya ocho años de las imágenes del Cristo Yacente y la Virgen de las Penas pertenecientes a la Cofradía de la Guarda del Cuerpo de Cristo.
Con unas sencillas palabras dirigidas por Padre Antonio Trucharte se da inicio a la ceremonia dentro de la Iglesia del Convento en la que cada año los asistentes son más, pertenecientes a esta Hermandad y muchas otras personas que acuden, unos por primera vez otros desde hace varios años y todos sorprendidos por el ambiente de recogimiento, humildad y hermanamiento que se respira. En la ceremonia, el padre bendice las túnicas nuevas que procesionarán este año el Sábado de Gloria, típicamente franciscanas son el rasgo más identificativo de que esta Cofradía intenta seguir los pasos de San Francisco de Asís. Una vez finalizada esta breve ceremonia se da paso al traslado de las imágenes, con tres estaciones de penitencia, la primera en el atrio del convento, y dos más ya en el huerto siendo la última a la entrada de la Ermita del Santo Sepulcro, las antorchas encendidas alumbran el recorrido de singular procesión en la que con profundo respeto y con sus propias manos los hermanos trasladan la imagen del Cristo Yacente ayudados por una sencilla sábana, la imagen de la Virgen de las Penas permanece erguida sobre su peana siempre cerca del Hijo.
La procesión finaliza con la entrada de las imágenes en la pequeña Ermita, donde son depositadas con mimo y donde permanecerán hasta la víspera de su procesión, en estos días de cuaresma, en los que allí van a estar, los hermanos de la Cofradía junto a los padres franciscanos, invitan al que lo desee a visitar esta Ermita dentro del Huerto del Convento donde podrán disfrutar de paz y sosiego junto a estas dos evocadoras imágenes.