La tormenta de granizo que este pasado sábado descargaba en el Altiplano, especialmente en Jumilla, ha dejado un panorama desolador en los campos de la zona.
En algunos de ellos se había comenzado con la cosecha de las variedades más tempranas de frutas, y en otros estaban a unas pocas semanas de comenzar la recolección, pero tras el paso de la tormenta ya no queda nada.

Ya no es solo la pérdida de la fruta, sino también el daño ocasionado en los árboles, y es que el diámetro del granizo que cayó, en algunas zonas del término, era de casi 4 centímetros, arrasando todo a su paso.

La tormenta de granizo llegó acompañada en su segunda acometida de lluvia, pero no fue suficiente para mitigar los efectos de la piedra. Algunos pluviómetros llegaron a recoger hasta 100 l por metros cuadrado, también fue importante el agua que acumularon algunas ramblas como la del Judío.

Ayer domingo, la alcaldesa de Jumilla, Seve González, acompañada de la Consejera de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca, Sara Rubira, visitaban algunas de las zonas del término afectadas por este pedrisco, junto a agricultores y representantes de sindicatos agrarios y cooperativas.

Seve González, visiblemente afectada, adelantaba que en cuanto esté la valoración de daños se pedirá en Pleno Extraordinario la declaración de zona catastrófica.
Por su parte, la consejera de Agricultura, Sara Rubira, indicaba que aprovecharía la reunión programada previamente para hoy de la Conferencia Sectorial de Agricultura con el ministro Luis Planas para pedirle las ayudas necesarias para estos agricultores, además, indicó que hoy mismo contactaría con Agroseguro para que agilicen los trámites y que los agricultores puedan percibir pronto la compensación por las pérdidas.

El campo de Jumilla arrastraba ya más de dos años de sequía y las lluvias de hace unos meses daban esperanzas, al menos para este año, al sector pero tras la tormenta de este sábado el futuro de muchos de estos agricultores es incierto, algunos de ellos incluso indicaban ayer durante la visita de la Consejera que van a abandonar.
Los técnicos ya se encuentra trabajando en la zona para evaluar los daños y sacar la valoración final, pero las primera estimaciones habla de más de 40.000 hectáreas afectadas, sobre todo de frutales pero también de vid, olivo y almendro, más de 150 millones en pérdidas y 5.000 puestos de trabajos directos afectados.