El Servicio Murciano de Salud (SMS) debe indemnizar con 20.000 euros más intereses a una vecina de Jumilla por la perforación del útero y el intestino que sufrió durante una intervención para retirarle un mioma. La Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) estima parcialmente la demanda interpuesta por el abogado Ignacio Martínez en nombre de la Asociación El Defensor del Paciente y reconoce que, en la operación, se produjo un fallo del que la Administración debe responder.
Los hechos se remontan al verano de 2019, cuando la mujer, que entonces tenía 41 años fue diagnosticada de un mioma. La paciente fue incluida en la lista de espera e intervenida el 3 de septiembre de ese año en el hospital Virgen del Castillo de Yecla con bisturí eléctrico. Al día siguiente y estando ya de alta, necesitó tratamiento analgésico y, dos días después, comenzó con diversas molestias, como dolor abdominal y vómitos de color oscuro.
La mujer fue sometida a diversas pruebas que concluyeron que había sufrido una perforación uterina e intestinal y una lesión térmica intestinal a distancia. La Asociación El Defensor del Paciente formalizó una reclamación administrativa y una posterior demanda contra la sanidad pública murciana. La Consejería de Salud se opuso hasta el final a conceder cualquier tipo de indemnización, alegando que la atención médica prestada fue conforme a la lex artis y que las complicaciones sufridas estaban recogidas en el consentimiento informado que la paciente firmó antes de entrar a quirófano.
El TSJ, sin embargo, concluye que el consentimiento informado que la mujer suscribió no recogía la posibilidad de una lesión intestinal. «Hemos de entender que unas quemaduras tan relevantes como las ocurridas no son un riesgo típico de la electrocirugía y algo falló, bien en el instrumental quirúrgico o en el uso que se hizo del mismo», dicta la sentencia.
El tribunal, a la hora de fijar la indemnización, tiene en cuenta que la mujer, que tuvo que volver a ser intervenida, permaneció hospitalizada dos semanas y tuvo que llevar coloctomía medio año. A día de hoy, la única secuela que sufre son las cicatrices de las operaciones. La resolución aún puede ser recurrida ante el Supremo.