La Procesión de las Promesas del Santo Rosario, salió por segunda vez a la calle el Lunes Santo, con el paso titular de Nuestra Señora de los Dolores del Calvario, para recorrer las calles del Barrio de San Antón, engalanadas con velas en las aceras y altares, uno por cada Misterio del Santo Rosario.
En 2019 se estreno esta procesión que fue promovida por la Real Cofradía de Jesús Prendido y Santísima Virgen de la Piedad e impulsada por la Junta Central de Hermandades, la Asociación Edad Dorada Mensajeros de la Paz de Murcia (gestores de la Residencia de Ancianos Nuestra Señora de la Asunción de Jumilla), por la Asociación de Vecinos del Barrio de San Antón y por el AMPA del C.E.I.P. Nuestra Señora de la Asunción. Como todas las demás procesiones, ha permanecido en stand by, durante los dos años de pandemia.
A las diez y media de la noche comenzó el acto con el rezo de Vísperas en el Convento de San José, de las Hermanas de la Caridad y la Providencia, con menos fieles que en 2019.
Sobre las once de la noche salía la procesión encabezada por la Cruz Guía de la Junta Central de Hermandades, a continuación la imagen de la Dolorosa acompañada de sus nazarenos que visten túnica blanca con capuz y fajín morado.
El cortejo recorrió el corazón del Barrio de San Antón, con menos presencia de público que en su primera edición, saliendo del Convento de San José y pasando por las calles, Barón del Solar, Infante Don Fadrique, Ntra. Sra. de la Fuensanta, Jardín del Barrio de San Antón, Poeta Vicente Medina, Isaac Peral, Don Pedro Jiménez, Santo Tomas, Hermanitas y San Antón, finalizando en la Capilla del Asilo donde se culminó con el Rezo de Completas. La procesión estuvo acompañada en su recorrido por la Coral Canticorum.
Con la mediación de Nuestra Señora de los Dolores del Calvario, de autor anónimo y propiedad de la Cofradía de Jesús Prendido, los nazarenos y fieles recibieron las promesas, bendiciones y beneficios del Santo Rosario además de realizar y cumplir ellos mismos las promesas y agradecer favores concedidos, a Cristo nuestro Redentor.