Cientos de personas llegadas desde Jumilla y otros municipios vecinos, acudían ayer a la llamada de la plataforma Salvemos Nuestra Tierra Jumilla para participar en una marcha reivindicativa y mostrar así su rechazo a la ampliación de una explotación de ganado porcino intensivo la cual tiene en proyecto duplicar su producción de lechones hasta situarse en 24.000, tras haber recibido el visto bueno de la comunidad autónoma.
La marcha partía desde la pedanía jumillana de La Celia, muy cercana a las instalaciones, en la que su asociación vecinal presentó las pertinentes alegaciones a esta ampliación ante la comunidad autónoma, sin que se hayan tenido en cuenta, es más ante la alegación de la proliferación de moscas y las molestias que causan, la comunidad autónoma les ha contestado textualmente “no sean quejicas…a ver si van a ser los moradores de La Celia “gente con la piel muy fina”, ya que parece ser que del resto de las 1499 explotaciones porcinas del resto de la Región, no se andan quejando y están aguantando como campeones para ayudar a subir el PIB regional.
Según los propios vecinos, las nueve familias que allí viven llevan soportando malos olores, invasión de moscas y pérdida de calidad de vida desde hace doce años. Según han destacado, desde la empresa antes ponían en marcha todos los años una campaña de fumigación y tenían repartidos bidones para atrapar las moscas, pero conforme ha ido creciendo la reivindicación vecinal han retirado todas estas medidas paliativas.
Las explotaciones agrícolas de la zona también se ven directamente afectadas, un joven agricultor asegura que ha tenido que optar por hacer las labores del campo de noche ya que en cuanto sale el sol se hace insoportable trabajar con tantas moscas.
María Francisca Mateo, portavoz de la plataforma, ha señalado que la convocatoria ha sido un éxito y que ha servido para pedir un municipio sin este tipo de explotaciones que esquilman los recursos naturales, empezando por los hídricos. Quedan a la espera de la aprobación de la modificación del Plan General de Ordenación Urbana de Jumilla, como último recurso para impedir la ampliación de esta macrogranja.