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Un recluso trabaja en el huerto terapéutico

La Asociación Templarios de Jumilla que conjuntamente con l´Associació Cultural Jumillana desde mayo 2017 están desarrollando, bajo la dirección de la Subdirección de Tratamiento, el Proyecto Guardianes de Semillas en el huerto del centro penitenciario de Campos del Río, sin ningún tipo de subvención ni ayuda pública, para enriquecer la pobreza del terreno que arruinó las cosechas del pasado año, ha podido hacer realidad, gracias al micro mecenazgo y las aportaciones de sus socios y simpatizantes, la adquisición de diez toneladas de buena tierra de cultivo que se suman a las veinte toneladas que la Administración del centro ya ha aportado a este proyecto terapéutico desarrollado por internos en la Unidad de Tratamiento Educativo (UTE) afectados por estados de drogodependencia.

Preservar variedades autóctonas

La parcela, de seiscientos metros cuadrados, ha sido sembrada con variedades autóctonas murcianas, algunas protegidas y en peligro de extinción, como tomates de diversas variedades, melones, sandías, cebollas, pimientos, flores, hierbas aromáticas y medicinales, árboles frutales de enano crecimiento, todo ello para favorecer la polinización y en escrupuloso respeto al medio ambiente empleando materiales y residuos orgánicos no contaminantes ni contaminados generados por el propio establecimiento penitenciario, empleando como riego agua reciclada, y riegos de socorro por condensación, reciclando botellas y vasos de plástico de uso cotidiano.

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El proyecto cuenta con la colaboración de diferentes personas ajenas al centro

Visto bueno de la Administración

El proyecto sigue las directrices de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias en lo referente al uso de los residuos propios generados por los establecimientos penitenciarios en defensa del Medio Ambiente y lucha contra el calentamiento climático del planeta.

No solamente participan los internos en la UTE, cuyo censo actual se estima en 85 reclusos, si no que los economateros de los dieciséis módulos, mantenimiento, jardineros, dibujantes y pintores colaboran en el proyecto aportando, según destinos, posos de café como fertilizante, madera de pallets en deshecho para la construcción de bancales, mondas y residuos vegetales para el compostero, mientras que los dibujantes y pintores diseñan los gráficos que identifican a los 16 bancales de que consta la parcela.