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Es el momento del recogimiento ante el inminente inicio de la Procesión Penitencial de Jumilla

Las miradas de los miles de asistentes a la procesión penitencial de la noche del Martes Santo estuvo centrada en las imágenes del Stmo. Cristo de la Vida y Ntra. Sra. la Virgen de la Esperanza.

La Procesión del Silencio o Procesión Penitencial del Cristo de la Vida salía a la calle tras el oficio religioso celebrado en la Iglesia Mayor de Santiago. Era media noche y cientos de penitentes, cada año más, con velas, cadenas, cruces, comenzaban un itinerario de recogimiento y esfuerzo físico por las viejas calles de Jumilla, a la luz de las velas y de las hogueras que se encienden a su paso, por los más intrincados callejones y vericuetos del Casco Antiguo jumillano.

Largas filas de penitentes con cirios y cruces, acompañaron al Stmo. Cristo de la Vida y Nuestra Señora de la Esperanza, saliendo por la Puerta Sur de la Iglesia de Santiago dando la vuelta al atrio para salir por la del Perdón, y seguir por Cuatro Cantones, Santa María, Cuesta del Cura, Santiago, Plaza Arriba, Salvador Pérez de los Cobos, San Roque, Plaza de la Constitución, Amargura, Calvario, Plaza del Cabecico, Cabecico, Travesía de la Amargura, Primer Distrito, Travesía de Cruces, Cruces, Miguel Trigueros y finalizó en la Parroquia de Santiago Puerta Norte.

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El reverendo Jorge Oliva conduce el Oficio Religioso de la Procesión Penitencial de Jumilla

La imagen del Stmo. Cristo de la Vida procesionó por primera vez en la madrugada de Viernes Santo de 1960, como Procesión del Silencio y así permaneció durante seis años.

En 1971 se recupera la procesión con apagado de luces eléctricas en el recorrido e iluminación sólo de las hogueras en las esquinas del recorrido.

La imagen de la Virgen de la Esperanza, obra de Ramón Cuenca Santo, procesionó por primera vez el Martes Santo de 2002, portada por dos grupos de anderas.