El pregonero fue presentado por Ildefonso Jiménez, amigo de Francisco Abellán, que hizo un repaso por la vida personal y profesional, recordando su infancia y su trabajo como abogado, administrador de fincas y político.
“Pregonar la Navidad significa tener esperanza“, decía Abellán, añadiendo que “nos sirve para entender el nacimiento de Jesús, que no es cualquier nacimiento (…) y no podemos celebrar la Navidad sin su presencia”.
“Hoy quiero pregonar la Navidad desde el corazón de un niño humilde que aprendió a amar a Jesús desde los 7 a los 14 años”, ha señalado Abellán.
Se refirió al nacimiento de Jesús como “el verdadero cambio de la humanidad (…) Jesús es el que te escucha cuando te sientes solo y es el que te indica el camino que has de seguir”.
El pregonero de este año relaciono su pregón con el agua, que este año es protagonista del cartel de Navidad a través de una de sus escenas del Belén.
A la Virgen María se refirió “como fuente de agua, porque de ella brota Jesús” y utilizó durante su pregón varios fragmentos literarios, que recitó acompañado a la guitarra por María Quílez.