La pandemia limita por segundo año consecutivo las celebraciones de San Blas, patrón de la garganta y del Casco Antiguo. A pesar de todo, ayer por la tarde y coincidiendo con su festividad, se celebró una misa en su honor en la Iglesia Mayor de Santiago a la que acudieron fieles y vecinos del Casco Antiguo.
La eucaristía fue oficiada por el párroco Manuel de la Rosa y no faltaron las típicas cintas y rollos de San Blas que fueron bendecidos durante la misa.
Esta actividad ha sido la única que ha organizado la Asociación de Vecinos del Casco Antiguo, lamenta Jesús Molina Tortosa, “aunque seguimos trabajando, seguimos apostando por el barrio y nos preocupamos por los vecinos. Si dios quiere, el año que viene tendremos un poco más de fiesta y le daremos algo más de alegría al barrio”, asegura el miembro de la Asociación de Vecinos.
Un obispo perseguido
San Blas murió martirizado siendo obispo de Sebaste, en la Actual Turquía, sufrió las últimas persecuciones que los romanos hacían a los cristianos para torturarlos y hacerles renegar de su fe cristiana, explicó en su homilía el párroco de Santiago, “los emperadores lo que querían era aniquilar la Iglesia, quitar de en medio a los cristianos, sin embargo sucedió lo contrario, cuantos más mártires había que entregaban sus vidas, más cristianos había”.
Manuel de la Rosa aseguró que aquellas persecuciones continúan actualmente, “la persecución no es solo que vengan y te corten el cuello, hay muchas maneras de persecución, basta poner la televisión, leer los periódicos o entrar en las redes sociales, aunque no tenemos que tener miedo a la persecución, porque la persecución hará que la Iglesia sea mucho más fuerte”.
Al finalizar la celebración, a la salida del templo, la AAVV del Casco Antiguo obsequió con unos rollos de San Blas a los asistentes que se repartieron de manera individual y en bolsas para que cada uno los disfrutara en casa.