El Gobierno de España prepara un plan de choque para apoyar al sector del vino, uno de los más perjudicados por la crisis de la covid-19, ha dicho el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas.
El elemento vertebrador de este plan es un Real Decreto, en fase de elaboración, en el que se plantean hasta cinco medidas distintas, muy importantes para el sector vitivinícola y en especial para el de mayor calidad, que es el más afectado por los efectos de la pandemia porque el 60% de sus ventas están vinculadas al sector de la hostelería.
Las distintas medidas contempladas suman 84,9 millones de euros y la de mayor cuantía corresponde a una destilación de crisis para retirar del mercado hasta un total de dos millones de hectólitros (1,5 millones de vino de mesa y 0,5 de denominaciones de origen), que será financiada con cargo al Programa de Apoyo al Sector del Vino.
Otros 9,9 millones de euros se emplearán en facilitar medidas de almacenamiento solicitadas por las bodegas y las denominaciones de origen, que pretender hacer frente así al bloqueo del mercado del sector de la restauración.
En tercer lugar, se financiará la cosecha en verde, por un importe de cuatro millones de euros en el ejercicio económico de 2020 más otros seis con cargo al presupuesto de 2021.
Estas tres medidas las quiere poner el gobierno en marcha de forma inmediata, proceder a la distribución de los fondos entre las comunidades autónomas vía conferencia sectorial e iniciar los pagos el 16 de octubre, antes de la próxima vendimia.
Para 2021, además de la financiación en cosecha verde, el Ministerio de Agricultura ha previsto la implementación de medidas de limitación de rendimiento: 18.000 kilogramos por hectárea en materia de producción de uva tinta y de 20.000 en uva blanca, como una actuación adicional de regulación de mercado. También actuará para aumentar la extracción de alcohol hasta un 15% en relación con los subproductos, como un elemento de valorización.
Según Planas, en el sector del vino se ha comprobado que se ha incrementado el consumo alimentario de los de mesa y crianza de precios más asequibles. En esos vinos, de hasta 8 euros, se ha producido un incremento notable del consumo. Sin embargo, esto no ha ocurrido en los de un valor superior, que son los más afectados por el canal de la restauración.