La Guardia Civil de la Región de Murcia ha desarrollado una investigación en Jumilla para esclarecer las denuncias de varias jóvenes, algunas de ellas menores de edad, en las que referían haber sido objeto de persecuciones por parte de un individuo, que ha terminado con la detención, puesta a disposición judicial e ingreso en prisión del sospechoso, al que se le atribuye la autoría de cuatro delitos por coacción y otro por abuso sexual.
La investigación comenzó a raíz de la denuncia de una menor
Las actuaciones se iniciaron hace unos meses, cuando efectivos de Prevención de Seguridad Ciudadana de la Benemérita, a través de una denuncia, fueron alertados de que una menor se sentía habitualmente perseguida y acosada por un varón en la localidad.
La Guardia Civil realizó una serie de pesquisas que permitieron averiguar el nexo de unión entre la víctima y el autor: ambos participaban en unas jornadas sociales desarrolladas en Jumilla. Los primeros pasos además permitieron constatar que la menor no era la única víctima de este, sino que existían otros casos de similares características.
Los investigadores consiguieron una descripción física del supuesto acosador gracias a las declaraciones de otras víctimas
Nuevas denuncias y declaraciones de otras víctimas permitieron a los investigadores obtener una descripción física del supuesto acosador y un posible nombre de pila, lo que les llevó a averiguar que se trataba de un ciudadano extranjero, indocumentado y sin domicilio conocido.
Colaboración de policía europea
La Guardia Civil averiguó que el sospechoso utilizaba varias identidades falsas con la supuesta intención de evitar su localización. Estas identidades fueron consultadas con distintas policías europeas hasta averiguar que tenía una orden de prohibición de entrada en Francia por estancia irregular.
Durante varios meses, los investigadores establecieron diversos dispositivos de búsqueda que resultaron infructuosos ya que este cambiaba habitualmente para alojarse, generalmente, en viviendas tipo cuevas o abandonadas.
Durante las fiestas locales el investigado cambió su modus operandi
El pasado viernes 16 de agosto, los guardias civiles tuvieron conocimiento de otro hecho de similares características posiblemente cometido por la misma persona. En este nuevo episodio, una mujer denunció que venía sufriendo, desde hacía aproximadamente una año, los seguimientos, de forma hostigante por el caso urbano del municipio, de un varón, que llegó incluso a seguirla hasta su logar de trabajo y su domicilio.
Según se desprende de la denuncia, ese mismo día el modus operandi cambió drásticamente, ya que cuando la víctima se encontraba disfrutando de las fiestas locales junto a otras personas sufrió tocamientos de índole sexual, pudiendo observar detrás de ella al individuo que había venido acosándola.
Unos días después, la víctima volvió a ver cómo esta persona le seguía de nuevo y, ante el miedo a sufrir una nueva agresión, alertó a la Guardia Civil y presentó una denuncia en la que informó que su caso no era aislado ya que conocía que otras mujeres habían sido vigiladas y seguidas en la localidad.
Se reforzó el dispositivo de vigilancia con la colaboración de la Policía Local de Jumilla
Ante estos hechos la Guardia Civil reforzó el dispositivo de vigilancia y búsqueda en torno a la zona donde las víctimas solían desarrollar su vida cotidiana, con la colaboración de la Policía Local de Jumilla.
Detenido por delitos de coacción y abuso sexual
El dispositivo esta vez dio sus frutos al ser localizado y detenido como presunto autor de los delitos de coacción y abuso sexual.
Tras su plena identificación, la Guardia Civil ha constatado que, además, tenía en vigor una orden de prohibición de entrada en territorio nacional, lo que ha sido comunicado a la Unidad de Extranjería del Cuerpo Nacional de Policía.
El detenido maliense, de 29 años y residente en Jumilla y las diligencias instruidas ha sido puesto a disposición del Juzgado de Instrucción número 1 de Jumilla, que ha ejercido la dirección judicial de la operación y que ha decretado su ingreso en prisión.
Fuente: Ministerio del Interior