Son muchos los que afirman que llevar el teléfono móvil cerca de las tarjetas de crédito puede hacer que éstas se desactiven, pero ¿realmente es cierto? Pues en cierta manera, pero depende del tipo de banda magnética que tenga cada tarjeta.

Banda magnética negra o marrón

Las partículas de las bandas magnéticas se alinean mediante magnetismo, y así codifican nuestros datos, pero solo un campo magnético lo suficientemente fuerte puede moverlas. Aunque es cierto que los móviles disponen de imanes y en teoría podrían dañar la tarjeta, en realidad depende del tipo de banda magnética: de alta coercividad o de baja coercividad.

Foto: gizmodo.com

El tipo de tarjeta es muy fácil distinguirlo a simple vista. Las de alta coercividad son negras y están hechas de ferrita de bario, mientras que las de baja coercividad son marrones y se componen de óxido de hierro.

Generalmente, las tarjetas importantes como las del banco tendrán la banda magnética negra, y algunas de menos relevancia como las de fidelización de los comercios o las de los hoteles, serán marrones.

La gran diferencia está en la intensidad magnética con la que se codifica cada una de ellas. El campo magnético de las de alta coercividad es mucho más fuerte que en las de baja coercividad, por lo que se necesita un imán mucho más potente para “desactivarlas”.

En resumidas cuentas y generalizando, los campos magnéticos de un móvil no tienen la suficiente potencia para desactivar una tarjeta de crédito, en todo caso, podría hacerlo en una de baja coercividad, pero generalmente las tarjetas dejan de funcionar por algún daño físico en la propia banda magnética.