COAG-IR Murcia advierte que la situación de los cultivos de secano y de la ganadería extensiva en la Región de Murcia ha pasado de ser muy preocupante a convertirse en una situación alarmante, debido a la prolongación de un periodo de sequía invernal, que no cesa, y sin que se atisben precipitaciones que pudieran paliar, en alguna medida, los daños que ya son cuantiosos e irreversibles, y especialmente severos en el Altiplano, el Noroeste, la zona central y el Campo de Cartagena.

Foto: Imagen de un paraje del Noroeste de la Región de Murcia tomada en el día de ayer (Ahora) y otra en la misma localización en un año con precipitaciones normales (Antes)

Las precipitaciones registradas en las Estaciones Agrometeorológicas que forman la red del SIAM-IMIDA, han contabilizado desde el mes de octubre de 2022 hasta el cierre del mes de febrero de 2023, valores medios de 56 mm, con solo cuatro, de las cincuenta y dos estaciones, con valores superiores a noventa milímetros y con ocho de ellas con registros inferiores a 30 mm.

Registros propios de territorios considerados desérticos

Con el registro de precipitaciones agregado por zonas, se constata un déficit hídrico alarmante, que contrasta con la ya muy baja media de precipitaciones, Altiplano (con 52,0 mm de la medida de 93,36 mm) y Noroeste (con 31 mm de una media de 131,87 mm) son las más llamativas.

Tabla de precipitaciones registradas por Comarcas Agrarias

Tabla de precipitaciones por comarcas agrarias

Una primera descripción de las adversidades climáticas que ya han sufrido los cultivos ofrece un panorama desolador para esta campaña:

Cereales

Las escasas lluvias de los meses de octubre, noviembre y diciembre de 2022, han hecho que las nascencias en este cultivo sean deficientes o nulas, seguido de las pocas precipitaciones que han tenido lugar en lo que llevamos de invierno, lo que ha provocado la pérdida de parte de las siembras, algo que supondrá que las producciones sean muy escasas. El sector de cereales encadena el segundo año consecutivo de producciones muy por debajo de la media, asumiendo además unos costes de producción extremadamente elevados.

Cultivos leñosos en secano

Teniendo en cuenta las escasas precipitaciones de los últimos meses, los cultivos leñosos ya están viendo afectado su ciclo, si continua sin llover y llegamos a la primavera con la sequía persistente, el déficit hídrico va a afectar al potencial productivo de los cultivos, con la consiguiente pérdida o merma de las cosechas (olivar, viñedo, almendros, algarrobo), dado que el estrés hídrico debilita las plantaciones y afecta tanto a la floración como a la falta de cuaje. Esta situación afecta aún más a los árboles jóvenes en crecimiento, ya que no disponen de las reservas que pudieran tener los ejemplares adultos.

Así, se puede estimar que, si no se producen precipitaciones en las próximas semanas, para el cultivo de olivar se pueden producir unas pérdidas del 40% de las cosechas.

Para el viñedo la merma de cosecha puede oscilar en torno a un 35%. En el caso del algarrobo, de especial importancia en algunos municipios del Campo de Cartagena, los árboles han tirado ya la flor, para defenderse de la sequía, de manera que las pérdidas en producción se pueden estimar ya entre un 70-80 %.

En el cultivo de la almendra, los árboles de las especies más tempranas presentan una floración más débil de lo habitual o en muchos casos aún se encuentran sin brotar, cuando ya deberían estar haciéndolo, por este déficit hídrico nos podemos enfrentar a una merma de hasta el 50% de las cosechas.

Ganadería

Situación muy complicada para este sector, ya que su principal fuente de alimentación se ha visto muy afectada por la falta de pastos, además de las fuertes subidas en los precios de las materias primas, que hacen inviable la situación para el sector ganadero. Cabe destacar la situación de la ganadería ovina y caprina extensiva, con total dependencia del suelo, que debido a la falta de lluvias presenta ausencia total de pastos, poniendo en absoluta quiebra el modelo de explotación de este modelo ganadero, cuyas pérdidas están siendo muy cuantiosas, abocándola al abandono.