COAG alerta del riesgo de una expansión descontrolada de la ‘Avispilla del almendro’, capaz de mermar hasta un 90 % las cosechas de almendra sino se articulan durante estos días una actuación coordinada y enérgica por parte de los agricultores y la administración regional.

Llegó a los almendros de la Región en 2017

Este insecto invasor fue visto en la península por primera vez en el año 2010 y en 2017 se produjeron los primeros quebrantos en almendros de la Región, en el noroeste y el Altiplano, sin que los agricultores comprendieran, en un primer momento, ni la naturaleza de la plaga ni las graves consecuencias que tendría para sus frutos.

La acción preventiva de los agricultores es fundamental

La intensa labor de los agricultores, en coordinación con el servicio de Sanidad Vegetal de la Consejería de Agua y Agricultura, logra año tras año contener los impactos y que la plaga no avance hasta el interior de la Región pero es preciso que tanto la Comunidad de Murcia como las organizaciones agrarias actúen con la mayor diligencia para evitar que esta campaña la plaga se expanda, puesto que en sus etapas iniciales se pueden ver y limpiar a mano los frutos afectados por las larvas (esta labor se realiza sin ayuda de productos fitosanitarios y a un ritmo de 90 minutos por hectárea). De otra forma sería preciso recurrir a otros tratamientos de contención que precisan, como mínimo, tres pases, con el coste que conlleva. Con el agravante de que estos tratamientos con productos fitosanitarios no son posibles en almendros ecológicos, que es el 40 % de la superficie cultivada, unas 30.000 hectáreas en toda la Región.

Se deben limpiar los frutos afectados

El presidente de COAG Jumilla, ha insistido en este llamamiento urgente: “pedimos a todos los agricultores que se conciencien en beneficio de todos. Un productor que no limpie los frutos afectados en su explotación estaría perjudicando al resto, manteniendo la plaga en sus zonas y favoreciendo su propagación a toda una vega”, y recomienda que, “en comunicación con las autoridades de la zona, todo almendro que se encuentre abandonado en márgenes y parcelas se arranque, para no mantener focos en tierras sin trabajar”.

La avispilla realiza su puesta de huevos en la almendra recién cuajada en primavera, y permanece todo el año en su interior, alimentándose de la semilla. En la primavera siguiente, una vez completado su ciclo biológico, hace un agujero en la cáscara y sale al exterior, poniendo sus huevos en los nuevos frutos. Hasta ahora, los agricultores afectados realizan sus tratamientos preventivos durante el invierno, retirando las almendras afectadas que han quedado en los árboles. Por ellos es preciso no demorar las actuaciones, dado que las temperaturas pronto suavizarán.

Larva en el interior de una almendra

Larva