La Comunidad ha instalado nueva señalización turística para potenciar la visibilidad de las rutas del vino de Jumilla y Bullas. Se han colocado dos carteles laterales tipo SISTHO (sistema de señalización turística homologada) en el término municipal de Cehegín, cada uno en un margen distinto de la A-33, justo antes de llegar a la salida número 31, que enlaza con la carretera a Jumilla.

Ruta Vino Jumilla

Ruta del Vino de Jumilla

Esta señalización completa los dos carteles instalados por el Instituto de Turismo de la Región de Murcia a finales de 2015 junto a la entrada de Jumilla (N-344) y a otros dos que se pusieron el mismo año en la entrada de Yecla (N-344).

Asimismo, se ha colocado otro cartel en la autovía del Noroeste para marcar la entrada del municipio de Bullas más cercana al Museo del Vino y a la Oficina de Información Turística (ubicada justo antes de llegar al enlace del kilómetro 41 en sentido Murcia).

Este último cartel responde al modelo aprobado por la Dirección General de Carreteras para las vías regionales, que en este caso es similar al SISTHO de la red estatal añadiendo el logotipo regional en la banda inferior y manteniendo el mismo pictograma empleado para las ‘rutas del vino‘.

La actuación busca satisfacer las necesidades orientativas y de información de los más de 50 millones de usuarios y turistas que transitan al año por las carreteras regionales, así como potenciar la difusión de los principales atractivos turísticos de la Región de Murcia, en este caso las rutas del vino de Jumilla y Bullas, transmitiendo una imagen única y homogénea.

Vino de Jumilla

Aumentan las visitas a las Rutas del Vino

Según la consejera de Turismo y Cultura, Miriam Guardiola, “las rutas del vino son una opción preferida cada vez por más turistas que deciden disfrutar de una actividad respetuosa con el medio ambiente y con el entorno”. En 2017 visitaron el destino por este motivo 63.633 turistas, mientras que en 2018 la cifra se elevó hasta llegar a los 69.252 visitantes.

El impulso de esta modalidad turística, que propone recorridos por bodegas y catas, cursos de enoturismo y visitas a enotecas, restaurantes, mercadillos tradicionales y a las tiendas que se reparten por estas zonas, busca ofrecer un valor añadido a la experiencia de los visitantes y fomentar la desestacionalización.