El diario ‘eleconomista.es’, publica que Luciano, que ocupaba desde 2014 el puesto de director general comercial, es el hijo único de los dueños de la empresa, José García Carrión y Fala Corujo, tras el fallecimiento hace siete años de su hermano Juan Ignacio.

Su cese como miembro del consejo de administración se produjo con fecha del pasado 28 de julio y fue publicado en el Boletín Oficial del Registro Mercantil tan sólo unos días después, el 4 de agosto. Al frente del máximo órgano ejecutivo siguen ahora su padre como presidente y su madre en calidad de vicepresidenta.

Luciano García Carrión está varios meses sin ir a la empresa

Según han confirmado distintas fuentes, Luciano García Carrión lleva ya varios meses sin aparecer por la empresa, aunque internamente no se ha dado ningún tipo de explicación al respecto, limitándose a decir que está fuera. Ante las llamadas de este periódico (eleconomista.es), Fala Corujo se limitó a decir que “se trata de un tema familiar ante el que no vamos a dar ningún tipo de explicación”, negando de forma tajante, no obstante, que haya en cualquier caso ninguna división interna en la familia.

Miembro de la quinta generación del grupo familiar fundador en 1890, Luciano García Carrión se incorporó a la empresa en 1997, una vez finalizada la carrera de Derecho en la Universidad de Navarra con solo 21 años de edad. Su trayectoria profesional comenzó en el departamento de Marketing, aunque en los últimos años se ha volcado fundamentalmente en la internacionalización de la empresa, consiguiendo que el grupo estuviera presente en el mercado de los vinos y de los zumos en un total de 155 países.

Cien por cien familiar

Hace tres años, la familia recompró precisamente el 26% del capital, que había vendido en 2005 a varias cajas de ahorros para financiar su fuerte expansión nacional e internacional.

García Carrión, con cuatro plantas de producción de vinos, zumos y gazpachos y diez bodegas de las denominaciones de origen más relevantes, atraviesa ahora una situación complicada. A la espera de que se hagan públicas las cifras del pasado ejercicio, la compañía suma ya dos años consecutivos de descenso de las ventas y se aleja de los objetivos marcados en el plan estratégico que puso en marcha al cierre de 2014. El presidente del grupo, José García Carrión, anunció entonces que su objetivo era alcanzar una facturación de entre 1.500 millones y 1.600 millones en 2020, pero la realidad está siendo distinta.

La empresa justifica su descenso de volumen de negocio con el abandono de ciertos productos de marca blanca

Desde el récord que alcanzó en 2013, con un volumen de negocio de 744,9 millones, los ingresos se han reducido un 7,2%, hasta 691,1 millones. En 2014, la facturación cayó ya un 1,47% y en 2015 lo hizo otro 5,8%. La empresa, que se ha enfocado en la venta de productos a precios muy bajos, ha tratado de explicar en los últimos meses que este descenso obedece al abandono de una parte de la producción de marca blanca, para centrarse en sus propias enseñas y recuperar así los ratios de rentabilidad que había ido perdiendo.

Crecimiento de beneficios

De hecho, los beneficios después de impuestos crecieron en 2015 un 49,4%, hasta 25,1 millones. “Es cierto que hemos reducido algo la facturación, pero lo hacemos para sanear el balance y ser más rentables de cara al proceso de internacionalización”, aseguró hace unos meses García Carrión.

De acuerdo con las últimas cuentas anuales publicadas en el Registro Mercantil, García Carrión redujo sus ventas en 2015 tanto de la división de vinos como de la de zumos, con una caída generalizada de los ingresos tanto en el mercado nacional como en el exterior. Las exportaciones bajaron, en concreto, un 4,17%, mientras que las ventas en el mercado español lo hicieron un 7,4%.

Con la compra de la sociedad Dafsa, la empresa volvió a entrar en Mercadona

En diciembre del año pasado, la empresa logró sin embargo dar un impulso muy importante al negocio al volver a entrar otra vez en Mercadona con la compra de la sociedad Dafsa, que fue, precisamente, la que relevó al grupo murciano como interproveedor de zumos, horchatas y gazpachos de la cadena valenciana, tras la ruptura de su alianza con Juan Roig, en 2006.

Con esta adquisición, la compañía que preside José García Carrión dio un vuelco a su estrategia no sólo porque vuelve a apostar por la marca blanca, sino sobre todo porque el año pasado estuvo a punto de vender el negocio de sus zumos. La empresa mantuvo negociaciones, entre otros, con el grupo holandés Gerber y con la firma de capital riesgo británica Cinven, que no prosperaron.

El futuro de García Carrión está ahora lleno de incógnitas.

Fuente: elconomista.es