La vecina de Jumilla acusada de intentar matar a la que sospechaba era amante de su marido reconoció los hechos ayer en la Audiencia Provincial y aceptó una condena de tres años y medio de cárcel, que será sustituida por la expulsión a su país de origen, Ecuador.

Al inicio del juicio, la acusada, Rosa María P. admitió que el 18 de marzo de 2007, cuando se encontraba en las inmediaciones de un locutorio de la citada población propinó varias puñaladas a la denunciante con un objeto punzante de los que se usan en agricultura.

Como consecuencia de la agresión, la perjudicada sufrió lesiones que tardaron en curar un mes.

El pacto de conformidad alcanzado por el fiscal del caso y la defensa de la acusada se concretó en cumplir tres años y medio de prisión y al pago a la denunciante de 8.750 euros por las heridas sufridas y las secuelas.

Para fijar la condena, se tuvo en cuenta la agravante de haberse auxiliado en la comisión de los hechos de un hijo suyo, que era menor de edad, y que atacó a la víctima con una barra metálica, así como de la colaboración prestada por un hombre y una mujer amigos suyos que se habrían ocupado de borrar huellas.

También se le aplicado la atenuante de dilaciones indebidas, dado el tiempo transcurrido desde que ocurrieron los hechos hasta que estos fueron juzgados.

Tras la conformidad, el representante del ministerio público solicitó que la pena de prisión impuesta sea sustituida por la expulsión del territorio nacional durante diez años, ya que no tiene residencia legal en España, lo que Rosa María P. aceptó también.