Con la procesión de Jesús Resucitado celebrada este medio día han concluido los actos de la Semana Santa 2017 en Jumilla que tanta asistencia de público han registrado.

Las buenas temperaturas y la cantidad de variados y singulares actos de estas fiestas, que cuenta con más de cincuenta y cinco pasos, así como más de cien imágenes, realzan las procesiones jumillanas y ha propiciado la visita de gran cantidad de público hasta superar las cien mil personas.

La originalidad de un acto como El Prendimiento, que se lleva representando en nuestra ciudad desde 1850. Un drama religioso dividido en ocho cuadros, escritos en verso por el jumillano José María Martínez Iñiguez, que comienza en el salón del Consejo de Caifás, y termina en el Pretorio después de la sentencia de Pilatos. El Tercio de Armaos de la Hermandad del Cristo forma parte de la representación.

Y si la tarde del miércoles está protagonizada por el Prendimiento, la del jueves lo está por las visitas de las manolas, acompañadas de sus nazarenos, a visitar los Monumentos ubicados en las parroquias, y acompañadas siempre por la música compuesta para la ocasión por el jumillano Julián Santos, el pasodoble “Mantillas del Jueves Santo”.

Una procesión singular es la Penitencial del Santísimo Cristo de la Vida y Nuestra Señora de la Esperanza, única en España en la que siguen participando los penitentes portando cadenas atadas a su espalda, cintura o tobillos, tal y como comenzó siendo en los tiempos de San Vicente Ferrer, predicador que sembró en Jumilla la simiente de los desfiles procesionales en 1411.

Además están el resto de procesiones, cada una con su encanto especial. El Vía Crucis del Viernes de Dolores, creado en 1994 y en el que las hermandades disponen sus pasos en altares preparados a tal efecto, siendo presidido por el Santísimo Cristo del Perdón. Los vecinos colaboran activamente con la Junta en la ornamentación de las diferentes estaciones de penitencia.

La Procesión de las Palmas, en la que la recrea la Entrada de Jesús a Jerusalén, a lomos de una burrica de carne y hueso.

La del Prendido, saliendo a las calles de nuestra ciudad desde el siglo XIX.

La de la Amargura, tan antigua como las predicaciones del dominico valenciano San Vicente Ferrer en Jumilla, 1411, año en que se funda la Cofradía del Rosario para organizar cada Jueves Santo una procesión de disciplinantes.

El Viernes Santo, fue día de doble cita procesional. La primera de ellas, la Procesión del Calvario, contó con la participación de más de dos mil nazarenos. Históricamente se originó a inicios del siglo XVII, al establecerse los franciscanos en el convento de las Llagas y organizar el rezo de los Pasos que, al amanecer del Viernes Santo y camino del Calvario visitaba las estaciones de las hoy calles de los Pasos y Pasos Altos. Por la noche, llegó la procesión de referencia en nuestra localidad, la del Santo Entierro, en la que participó la Corporación Municipal en representación de la ciudad de Jumilla.

Ayer sábado se vivió una doble cita, la procesión de la Redención, la más nueva de la Semana Santa jumillana, en la que participa las hermandades Cristo de la Redención, la Guarda del Cuerpo de Cristo y Nuestra Señora la Virgen de las Penas. Por la noche, la Tamborada de Gloria, llevada a cabo por la Asociación de Tambores Cristo de la Sangre, se sumó a la alegría de la Resurrección de Jesús, tal y como esta mañana han hecho las once hermandades que han participado en la procesión, que ha contado con numerosas bandas de música y cientos de kilos de caramelos que se han repartido a lo largo del itinerario.

Ahora la ciudad tiene puestos sus ojos en el 30 Encuentro de Cofradías que tendrá lugar en nuestra ciudad el próximo mes de septiembre y que volverá a sacar a la calle una procesión extraordinaria en la que participarán las más de veinte cofradías de nuestra ciudad.